Semana 4 Lunes

“Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora.” (Lucas, 1, 46-48).

Mañana

Padre, quiero unirme a vos en esta mañana y alabarte con todo mi espíritu, afecto y cuerpo. Que me sienta amado por vos, sostenido en tu mano de padre y cobijado por María en medio de las luchas y desafíos que traiga el día. 

Que la ambición no me nuble … 

 y que alcanzar los objetivos no sea a costa de los demás ….

Ayudame a no resistirme a tomar la cruz que pueda traerme el día, porque sé que tu amor silencioso y escondido estará acompañándome.

Las dificultades, cargas e incomprensiones que tenga que pasar, se transformen en fuente de sanación, santificando mi día. 

Te ofrezco esta semana por ……………… . Que sea mi ofrenda para la vida del capital de gracias de mi santuario laboral, donde renuevo mi unión de amor con María.

Medio día

Corro, me agito, me exijo …

me empujan, me piden, me llaman …

                                                           vuelvo al campo, llegan olores …

                                                                       tierra mojada, silencios de torcazas …

                                                                                   siestas largas …paz …

suena el teléfono, reclamos, problemas …

me inundan los mails, las reuniones …

mi agenda crece … no la controlo …

                                                           cierro los ojos, busco la calma

                                                                       respiro… despacio … respiro

                                                                                   vuelvo a mi centro … 

eucaliptus en flor …

brisas …

me pesa el día … el conflicto …

disputas, choques, roces … 

                                                           llego a mi santuario …

escucho mi nombre …

me llaman con calidez … 

me aman …

me entrego … 

me ofrezco 

 

Todo está bien … vos me guiás …. Gracias.

 

María, en este mediodía me entrego a vos con el corazón abierto, expuesto en medio del desierto del trabajo. 

 

Abrí mi alma y mi encierro para ver los límites que mis modelos mentales tienen en mi mirada de la vida y el trabajo, obstruyendo que sea más orgánico y pleno. 

Soy limitado, dame alas para ver otros mundos, integrando creativamente mi vida.

 

Que las urgencias del día no me impidan tomarme el tiempo necesario para expresar mis sentimientos sanamente, sin agresividad, ni distorsiones, vinculándome a las personas.   

Tarde

Te doy gracias Padre por la riqueza de la vida y la riqueza económica y espiritual que genera y fluye de la empresa en la que trabajo, con todas sus limitaciones y sombras. Gracias por mostrarme que esta riqueza es fruto de la donación libre y solidaria de todos los que aportamos nuestro trabajo y nos relacionamos con ella.  

¿Me entrego lo suficiente o tengo reservas que limitan mi respuesta a los desafíos del trabajo?

Gracias por revelarme tu presencia viva en todas partes …

Gracias por mi cuerpo -hogar de tu espíritu- que me ayudó a llevar adelante mi trabajo de este día …

Restaurá mis fuerzas y mi ánimo. Abrí mi corazón Padre para que el fuego de tu amor me renueve y siempre arda una lámpara perpetua.

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