La nueva generación de Trabajadores – Tina Acosta

Quiero compartir con ustedes mi experiencia de más de 11 años trabajando en diferentes empresas en Paraguay y en distintos países. Lo sorprendente es que, sin importar el lugar o el tamaño de la organización, me he dado cuenta de que enfrentamos situaciones similares. A menudo creemos que estas experiencias son únicas, pero en realidad, ocurren en muchas organizaciones.

Lo que vivimos en las empresas hoy es verdaderamente único. Nos encontramos en un momento en el que cuatro generaciones conviven bajo el mismo techo organizacional: los mayores, sus hijos, sus nietos y hasta bisnietos. Podemos ver esto como un gran desafío, o podemos aprovecharlo como una gran oportunidad para transformar nuestras organizaciones. La perspectiva que elijamos marcará la diferencia.

Es fundamental reconocer las aspiraciones de cada generación. No debemos caer en el error de creer que una generación es mejor que otra. Los más grandes aportan dedicación, lealtad y un deseo constante de mejorar, mientras que los jóvenes traen consigo una maravillosa mentalidad de propósito. Buscan organizaciones donde se sientan felices y contribuyan a un mundo mejor.

Esta generación joven tiene una estabilidad tecnológica innata. A diferencia de nosotros, que tuvimos que aprender a adaptarnos, ellos nacieron con estas herramientas. Debemos capitalizar este conocimiento y trabajar juntos para transformar nuestras organizaciones. El desafío es hacer de estas diferencias el motor de cambio y generar sinergia.

Los líderes desempeñan un papel esencial en este proceso. Necesitamos ser flexibles, abiertos y transparentes. Debemos escuchar de manera activa y humana, y transmitir proyectos que motiven la imaginación y la creatividad de nuestros equipos. Además, debemos ser un ejemplo de autenticidad, coherencia y honestidad.

Crear una cultura corporativa basada en valores es fundamental. Las nuevas generaciones buscan propósitos, quieren compartir el porqué de las organizaciones a las que se unen. Debemos mover nuestras empresas por causas con sentido de misión, contribuyendo de manera positiva al cambio.

Implementar espacios de encuentro y participación, fomentar la colaboración entre áreas, y destacar lo que estamos haciendo bien son pasos importantes. Debemos ser conscientes de lo que queremos alcanzar y levantarnos cada mañana con determinación para convertir nuestros deseos en acciones tangibles.

Es hora de transformar nuestras organizaciones en lugares donde las personas quieran trabajar, sentir ese sentido de comunidad y propósito. Si todos, desde los líderes hasta cada miembro del equipo, trabajamos en esta dirección, lograremos un cambio verdadero.

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