El camino de la vocación de servicio – Pauli Serrano

Desde Asunción, Paraguay, Pauli Serrano —concejal municipal y miembro del Movimiento de Schoenstatt desde su juventud— fue protagonista de un nuevo encuentro internacional de formación organizado por CIEES. En esta instancia, compartió su testimonio sobre cómo la vocación de servicio y la pedagogía del ideal personal guiaron su camino en la vida pública, destacando la importancia de la formación cristiana para ejercer un liderazgo coherente, arraigado en valores y orientado al bien común.
La charla comenzó con un recorrido por su historia en el Movimiento de Schoenstatt, al que ingresó a los 16 años a través de las misiones familiares. Desde entonces, Pauli vivió un proceso profundo de discernimiento, formación interior y entrega apostólica que marcó su camino personal y profesional. Subrayó el valor de la pedagogía del ideal personal y cómo este elemento fue clave para construir su identidad y orientar su misión en el mundo del trabajo y la política.
Compartió anécdotas significativas de su paso por la juventud femenina, la vivencia de la visita del Papa Francisco al Paraguay y su compromiso con la cultura del “maíz un poquillo” y el hacer “lo ordinario extraordinario”. En ese marco, relató cómo decidió dar el “salto mortal” hacia la política: primero desde el voluntariado en campañas, luego como asesora y finalmente como candidata electa a los 28 años.
Durante la charla, también se abordaron desafíos como el desgaste emocional, la exposición pública y las tensiones cotidianas que implica ocupar un cargo público. Sin embargo, reafirmó que contar con una base espiritual sólida, el acompañamiento de una comunidad y una vocación clara permite sostenerse con coherencia y paz interior. “Si uno se va a dormir con la conciencia tranquila, no hay nada que te pare”, expresó.
Al finalizar, invitó a todos los presentes a hacerse la pregunta vocacional con honestidad y responsabilidad: ¿Y si me tocara a mí ocupar un lugar de decisión? Desde esa reflexión, alentó a dar pasos concretos, involucrarse y no dejar espacios vacíos. A partir de su experiencia, remarcó que “vale la pena” estar en estos ámbitos si lo hacemos con autenticidad, formación y servicio al bien común.
La jornada concluyó con una dinámica grupal y testimonios de participantes de distintos países, quienes coincidieron en la urgencia de formar líderes comprometidos y en la necesidad de superar la indiferencia ante la realidad política. Desde sus distintas trincheras, muchos compartieron su intención de involucrarse más activamente en la sociedad como respuesta a una vocación vivida en profundidad.