Autoridad en el trabajo
María Alejandra Greb comparte su experiencia como directora de educación pública durante dos años y medio. En julio de 2019, fue nombrada directora de educación pública, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo. Su mandato era implementar la Ley 21.040, una reforma educativa de gran envergadura en Chile.
Durante su gestión, Greb enfrentó desafíos complejos, especialmente debido al contexto social y político. En octubre de 2019, el país vivió el estallido social, un movimiento masivo que exigía mejoras en diversos ámbitos, incluyendo la educación. Esta situación se sumó a la pandemia de COVID-19, que afectó severamente al sector educativo. Las escuelas y colegios cerraron, lo que obligó a buscar nuevas formas de garantizar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Greb se vio enfrentada a la tarea de liderar en medio de la incertidumbre y el cambio. Su liderazgo tuvo que adaptarse a una realidad líquida y compleja. Aprendió a equilibrar su rol de experta y aprendiz, a saber cuándo dirigir y cuándo escuchar. También tuvo que enfrentar las limitaciones y desafíos propios de la administración pública, donde el equilibrio y el cumplimiento de tareas son elementos fundamentales.
La directora nacional encontró que su autoridad y poder eran aceptados sin mayores cuestionamientos, pero también descubrió la existencia de islas de trabajo y falta de colaboración al interior de la institución. Consciente de su responsabilidad, Greb tomó decisiones para movilizar a su equipo y a todo el sistema educativo municipal, buscando crear nuevas instituciones.
Además, Greb destaca que, aunque no es una figura política, comprendió la importancia de la política en el servicio público. Reconoce que, más allá de la ideología, es necesario poner en primer plano el sentido republicano y el interés de la educación pública. La falta de experiencia política se convirtió en un desafío, ya que generó desconfianza en situaciones donde era necesario discutir y luchar por lo que era mejor para los niños y la educación pública.
Así, María Alejandra Greb inició un camino desafiante como directora de educación pública, enfrentando obstáculos, aprendiendo y buscando formas de liderar en un contexto de cambio y complejidad.