Propósito, coherencia y Constitución

Hay dos aspectos que estimo en el mundo de la empresa son claves a estas alturas. El primero es el propósito y el segundo es la coherencia. La empresa es vecina, un actor social, no solo generador de empleo y utilidad. Hoy vemos a empresas que directamente o a través de los gremios que les representan ya no solo se mueven por sus intereses, sino por un propósito que les excede, que es compartido con su entorno. Tener bien definido el propósito, incorporar a todo el equipo a este y no perder de vista el entorno facilita además la coherencia. Coherencia que en ocasiones ha faltado, y que es el pecado que la sociedad le cobra al empresariado como costo por los casos de colusión, abusos de posición dominante, atención deficiente al consumidor, concertación de precios, uso de información privilegiada, etc.  

El sector empresarial ha ido tomando nota de aquello, y tras la autocrítica, se ha comenzado a imponer ciertas obligaciones. Algunas por propia iniciativa y otras venidas desde el regulador. A sus gobiernos corporativos (directorios) que hoy están sometidos a mayores controles y obligaciones. A la revisión de sus políticas de incentivos a los ejecutivos, estándares éticos, et.  

Y junto a ello, pasar a participar activamente del país del que la empresa es parte de manera más franca y abierta. De frente a la opinión pública. No influyendo en las sombras, sino a cara descubierta, como un ciudadano más. Es lo que podríamos llamar la “ciudadanía corporativa”. Un estudio del ESE realizado dentro de los colaboradores de Sociedades Anónimas mostraba en 2021 que mayoritariamente ellos valoran y aplauden que sus empresas tomen posición sobre causas compartidas, que consideran justas.  

De allí que es altamente valorable la participación que ha tenido el mundo de la empresa y el emprendimiento promoviendo y alentando la participación para la obtención de firmas de iniciativas populares de norma, como parte del proceso de redacción de nueva Constitución. Y no solo aportando con sus propias iniciativas sectoriales, sino sumándose y apoyando con mucha fuerza, y también recursos y difusión, iniciativas a favor de causas tales como las relativas a la defensa de la vida humana, el cuidado del medio ambiente y del agua, el rol de la familia y los padres en la educación de sus hijos, o bien otras que buscan cuidar instituciones claves de nuestro país como el Banco Central o la separación de poderes del Estado.  

Una buena señal, que debemos alentar y cultivar también en lo más cotidiano, al nivel de comunas o barrios donde realizamos nuestras labores. Aportemos siempre de forma positiva, con propuestas y evitando descalificaciones. Ese es el camino. 

FUENTE: TradeNews

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