Hacia una renovación social
Joan Melé, el disertante en el evento del Congreso de Paraguay CIEES 2019, habla sobre cómo la separación entre lo material y lo espiritual es la “gran herida” que sufre el mundo y que nos lleva a la desesperación y la destrucción de la tierra. Afirma que el ser humano vive entre dos grandes enigmas: el nacimiento y la muerte, y que estos dos portales nos comunican con otra dimensión que no es sensorial. Para Melé, la ciencia ha tomado una preponderancia dogmática y arrogante al reducir al ser humano a poco más que un animal, y al crear un modelo social basado en la lucha por la supervivencia y el dinero.
Melé sostiene que la separación entre lo material y lo espiritual ha sido progresiva, y que esto ha generado sufrimiento en el mundo. También señala que el mundo está lleno de problemas a nivel personal, social y con la tierra, y que la solución a estos problemas debe ir más allá de los puntos concretos establecidos por las Naciones Unidas. Para Melé, es fundamental reflexionar sobre el origen del problema, que radica en la separación entre lo material y lo espiritual, y encontrar la manera de curar esta herida.
Melé invita a las personas a cambiar su modelo de vida basado en la competencia y la lucha por la supervivencia, y a ser más creativos y buscar soluciones nuevas. También llama a no adaptarse a una sociedad enferma y a recuperar los valores de antaño que enseñaban a prepararse para ser un hombre de provecho a la sociedad útil. Para Melé, la ciencia es importante, pero sólo sirve para lo material y no puede explicar el significado de lo espiritual. En última instancia, Melé invita a las personas a buscar un sentido en su vida y a vivir de manera digna y consciente.
El Papa Francisco, en una charla con empresarios, habla de la necesidad de llevar la religión a la vida cotidiana y transformarla realmente. A pesar de que muchos empresarios tienen una vida religiosa, su comportamiento cotidiano a menudo no refleja su fe. El Papa se pregunta por qué, a pesar de tener la capacidad de hacer el bien, seguimos haciendo el mal o somos indiferentes al dolor y al sufrimiento. También destaca la importancia de la dignidad humana, la libertad y el amor, y de llevar estas capacidades divinas al ámbito social y económico. El Papa pide a los empresarios que vean la empresa no como una actividad para ganar dinero, sino como una oportunidad para ayudar a resolver los problemas del mundo. Para ello, deben llevar los valores humanos a la empresa y hacerla más humana y ética.