GESTORES DE ESPERANZA

En la empresa, el trabajo, la familia, la vida espiritual, podemos tener muchas dificultades, pero mientras haya esperanza, las podemos enfrentar y salir victoriosos. Para quienes somos cristianos, Cristo es La Esperanza, en tanto Él es promesa de Salvación. Ello le da un sentido mayor y más feliz a todo lo que hacemos, o nos ocurre en nuestra vida terrenal.

Pero más allá de la Fe, en el momento actual hay un deber ineludible de todo líder de ser un agente activo, un gestor de esperanza.

“¡Que la pandemia, que la inflación, que las bajas proyecciones de crecimiento, que la competencia de productos de países con costos más bajos, que el gobierno es anti-mercado, que la delincuencia, que la crisis logística, que la guerra en Ucrania!”. Son muchas razones, y reales, para dejar de trabajar, cerrar, reducir personal, llevarse los ahorros a otra parte, guardar los talentos que Dios nos dio debajo del colchón, y dejarlos ahí, esperando mejores tiempos. Pero ya sabemos lo que hizo el señor justo con quien tuvo esa actitud en la parábola. Todas esas dificultades, en cambio, deben ser para nosotros razón de Esperanza. Son la mejor excusa para darnos un tiempo, mirar y escuchar en perspectiva los cambios que están ocurriendo y darle un giro positivo a nuestras actividades y negocios, e innovar. Así, entregar un servicio o producto más necesario y útil. Oportunidad de escuchar a nuestros clientes y sus preferencias, a nuestros colabores más jóvenes con sus ideas disruptivas, y también la voz de la experiencia.  No es por lo tanto, momento de sentarse a esperar que las cosas mejoren desde una galería o butaca como en el estadio o el cine. Es el momento de ponerse la camiseta y jugar el partido.

Cuando lideramos desde la Esperanza, contagiamos a otros, y así pronto juntos le daremos la vuelta a las dificultades y nos adaptaremos. Hoy todos hablan de ADAPTACIÓN como la gran receta, especialmente ante aspectos que no manejamos del todo y que nos exceden, como el cambio climático, o una guerra al otro lado del mundo. Y tienen la razón.

Desde CIEES sabemos que muchas veces los problemas nos exceden, y ponemos la confianza en Dios; pero sabemos que Él requiere de nuestras manos, inteligencia y talento. Seamos innovadores, busquemos soluciones a los problemas de hoy, seamos agentes de cambio desde la Esperanza.

Por eso, en CIEES Internacional nos hemos propuesto vivir este 2023 como nuestro AÑO DE LA ESPERANZA, con un profundo sentido de misión y de cara a nuestro próximo Congreso Internacional en Guayaquil, Ecuador.

Dibujémonos una sonrisa en el rostro y salgamos a hacer nuestra tarea este lunes, que hay mucho por hacer y cada día es un desafío maravilloso por recorrer.

Francisco José Contardo
Presidente CIEES Internacional

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