Queridos amigos de CIEES Internacional:
Estamos llegando al cierre de un año totalmente inesperado, de muchos desafíos y sobre todo de aprendizajes en diferentes ámbitos de nuestra vida, personal, familiar, y por supuesto en el mundo laboral.
Un año de muchas emociones donde se tuvo que lidiar con situaciones que pusieron a prueba en su máxima expresión nuestra resiliencia, teniendo que sobrellevar una diversidad de dificultades que se presentaron, primero, adaptándonos a un estilo de vida al cual no estamos preparados, privándonos de tener contactos con nuestros seres queridos, privándonos de los abrazos y haciendo distanciamiento social, sin duda una necesidad primaria del ser humano es el relacionamiento con los demás para su desarrollo psíquico y emocional.
Algunos, seguro han tenido que sobrellevar la difícil situación de padecer la enfermedad y todo lo que eso trae consigo, o posiblemente muchos han perdido a familiares y amigos quienes hoy ya se encuentran descansando en la gloria de Dios gozando de la presencia de Jesús y la Virgen María.
A todas estas situaciones también tuvimos que sumar las dificultades presentadas en el mundo del trabajo, muchos con la necesidad de reinventarse directamente para seguir llevando el pan a sus hogares, otros adaptándose a las condiciones actuales, teniendo que tomar decisiones difíciles pero obligatorias para garantizar el funcionamiento de sus empresas e intentar pasar este año con el menor impacto posible dejando atrás todo lo que se había planificado.
Amigos, pasar todas estas situaciones no iba a ser posible sin las fortalezas recibidas de Dios, de su hijo Jesús y sin la gracia de nuestra querida Mater tres veces admirable de Schoenstatt quien ha estado en todo momento junto a nosotros acompañándonos en el dolor y en las circunstancias vividas.
La mejor prueba de ese fortalecimiento y acompañamiento de la Mater ha sido el bendecido y fecundo año que ha tenido nuestra Comunidad Internacional.
Como nunca nuestra comunidad CIEES ha manifestado una vida tan activa a través de todas las actividades desarrolladas por cada comunidad local y que pudieron ser compartidas también con otras comunidades de diferentes países aprovechando la tecnología que ha ayudado a vincularnos, a estar unidos y conectados unos a otros espiritualmente y sobre todo a enriquecernos enormemente mediante todos los temas, charlas, misas, conversatorios que se han desarrollado en el transcurso del año.