Taller: Elementos del Ideal CIEES
El ideal como punto de partida
En el Taller Elementos del Ideal CIEES, Luiz Mozzato invitó a los participantes a reflexionar sobre el sentido profundo del ideal personal y comunitario, y su impacto concreto en la vida profesional.
La propuesta partió de una pregunta central: ¿por qué hacemos lo que hacemos en el mundo del trabajo? Para Mozzato, el ideal no es un privilegio ni una opción secundaria, sino una responsabilidad vinculada a la propia vocación. Cada persona —explicó— está llamada a descubrir y vivir su ideal personal, y como líderes, a ser instrumentos para que otros también puedan hacerlo.
Desde esta perspectiva, el taller destacó el valor de vivir el ideal en comunidad. La comunidad fue presentada como un espacio donde cada persona, con su singularidad, contribuye a una misión compartida, reconociendo que el otro es fundamental para el propio crecimiento y para el cumplimiento de la misión común.
El ideal como fuerza motivadora
Uno de los ejes centrales del taller fue comprender el ideal como la principal fuerza de motivación en la vida profesional. Mozzato subrayó que no son los cargos, los resultados económicos ni el reconocimiento externo lo que debe mover a las personas, sino el sentido profundo de aquello que hacen.
En este marco, retomó el concepto de motivación como “causa en movimiento”, explicando que el ideal, cuando se vive de manera auténtica, se convierte en un propósito que impulsa acciones concretas.
El ideal, señaló, no puede quedar reducido a una formulación teórica, a un lema inspirador o a una idea bien elaborada. Para que tenga impacto real, debe traducirse en decisiones, comportamientos y acciones visibles en la vida cotidiana de las empresas y de las comunidades.
Del ideal a la acción
Mozzato insistió en la necesidad de “poner el ideal en movimiento”. Para ello, explicó que las ideas por sí solas no generan transformación; es la acción concreta la que permite que el ideal se encarne en la realidad.
El pensamiento genera una emoción, y esa emoción impulsa el actuar. Cuando el ideal se vive de este modo, se vuelve una fuerza que moviliza, contagia y da sentido al trabajo diario.
En este sentido, destacó que los líderes tienen un rol clave: si quienes trabajan con ellos no perciben coherencia, compromiso y convicción, el ideal permanece distante y no logra tocar la vida de las personas.
Los cuatro elementos del Ideal CIEES
Durante el taller, Mozzato presentó los cuatro elementos que estructuran el Ideal CIEES, fruto de un trabajo previo realizado junto a los presidentes de las comunidades:
- Comunidad: redes vivas que sostienen y enriquecen, donde el otro es esencial para el cumplimiento de la misión personal y comunitaria.
- Inspirar: un liderazgo que no se limita a conducir, sino que transforma a través del ejemplo y la coherencia.
- Cultura de la Alianza: valores y modos de relacionarse que configuran la vida de las organizaciones y del trabajo cotidiano.
- Transformación: resultados concretos y medibles que impactan en las personas, las empresas y la sociedad.
Estos elementos fueron presentados como ejes integrados, llamados a vivirse de manera articulada en la realidad específica de cada comunidad y de cada empresa.
Trabajo en grupos y aterrizaje en la realidad
Luego de la exposición, los participantes trabajaron en grupos con una consigna clara: identificar acciones concretas para implementar cada uno de los elementos del ideal en sus contextos laborales.
Mozzato enfatizó que el desafío no era compartir experiencias o buenas ideas, sino proponer acciones realizables que permitan vivir el ideal en la práctica diaria.
El cierre del taller subrayó que este trabajo no concluye con el Congreso, sino que constituye un proceso continuo. Cada comunidad y cada empresa está llamada a discernir cómo vivir estos elementos según su propia realidad, atendiendo a las necesidades, desafíos y contextos concretos de su entorno.
Un proceso abierto y comunitario
Finalmente, Mozzato recordó que no existe un único modelo de implementación del ideal. La vivencia del Ideal CIEES debe adaptarse a cada realidad, escuchando las “voces del tiempo” y las necesidades de las personas.
El taller concluyó como una invitación a seguir profundizando este camino en las comunidades y en el ámbito profesional, manteniendo vivo el ideal como fuente de sentido, acción y servicio.
